Mientras sus compañeros cuentan los días para salir de vacaciones,
Marcos, de 13 años, sabe que debe enfrentar un periodo decisivo en el
que se juega la aprobación del año escolar.
Marcos tiene que asistir desde el próximo lunes a las clases de
reforzamiento porque reprobó una materia. Si en el periodo de nivelación
no logra 36 puntos tendrá que repetir el año. Está nervioso porque no
sabe cómo van a recibir la noticia sus padres.
Para los entendidos, el reforzamiento -que desde este año es
trimestral- es un periodo en el que los maestros refuerzan algunas
capacidades complementarias de los estudiantes. Pero, si a estas alturas
del año el alumno no domina los contenidos troncales, la reprobación es
una medida necesaria que se la debe asumir con madurez.
Presionar al profesor para que favorezca con notas al estudiante o
presionar al niño con amenazas de castigo o con golpes no aporta para
obtener una solución. Al contrario, puede provocar situaciones
lamentables, afirma el profesor Saúl Azcárraga, dirigiéndose a los
padres de familia.
Precisamente, por temor a la reacción de sus progenitores, en esta
época del año, varios niños huyen de sus casas e incluso se ha sabido de
casos extremos, de chicos que, sumidos en una profunda depresión, optan
por quitarse la vida.
“Si el niño no ha aprendido a leer durante los nueve meses de la
gestión escolar y quieren que lo haga en dos semanas, ese niño puede
sentirse presionado y quedar traumado”, afirma Azcárraga.
La educadora Rosa Santisteban, directora del colegio Juan Pablo
Segundo, coincide con Azcárraga al señalar que si se realizan gestiones
para que el alumno reprobado pase de curso lo único que se logra es
postergar los efectos de las falencias para el próximo año.
Santisteban aconseja asumir con calma la situación, no escandalizarse y buscar el origen del problema.
“El estudiante que se aplaza es porque a lo largo del año escolar ha
tenido dificultades, las cuales van desde la falta de interés en sus
estudios hasta la falta de seguimiento en la casa por parte de los
padres de familia”, afirma la docente.
Santisteban agrega que “es difícil que reprueben el año los estudiantes
que reciben apoyo en el hogar y forman parte de una familia donde hay
disciplina y orden”.
Para el director del colegio Nacional Florida, Rafael Sandi, el 70%
del éxito de un estudiante es responsabilidad de los padres de familia y
un 30% de los maestros.
En este sentido, aconseja a los progenitores que tienen niños que están
por reprobar la gestión, que reflexionen en qué han fallado.
Para saber
Clases de nivelación. Ayudan cuando son de apoyo a contenidos complementarios.
- Vacaciones. Para los entendidos no es aconsejable que los niños
reprobados sean sometidos a clases de nivelación durante las vacaciones.
Lo mejor es que el apoyo sea durante el año escolar. Las vacaciones son
para que el chico se distraiga con otras actividades y pueda enfrentar
el nuevo año escolar con la mente fresca.
- ¿Cambio de colegio? Optar por esta medida dependerá de cada caso. Si
es por castigar al estudiante, no es aconsejable. No obstante, si el
chico pide cambiarse de colegio porque tiene vergüenza a sus compañeros,
es una opción que debe ser tomada en cuenta.
- Calendario. Según el calendario oficial, los estudiantes deben
ingresar en reforzamiento a mediados de mes para cerrar el año escolar
el viernes 30. Sin embargo, muchos colegios ya están ingresando al
periodo de nivelación.
Sondeo
Aníbal O. / Padre de familia
“No sé qué pasó con mi hijo. Siempre fue un buen alumno, pero
este año ha mostrado poco interés en sus estudios. La directora ya me ha
dicho que se quedará a reforzamiento en literatura. Es la primera vez
que he tenido que ir al colegio por una situación como esta. La
directora me ha dicho que debo prestarle más atención, porque está en la
etapa de la adolescencia, pero no sé cómo ayudarlo”.
Sacado el 06/11/2012 de el
DEBER; edición electrónica.